Esta exposición surge de una reflexión profunda sobre la transformación personal y colectiva. El título, tomado de una respuesta de inteligencia artificial sobre las verdades más brutales de la psicología —“No eres quien crees ser; eres quien practicas ser”—, sintetiza el eje central de este proyecto que William Gaber ha desarrollado en los últimos dos años.
La muestra comenzó a gestarse en 2024, durante una residencia artística en Onomichi, Japón, en colaboración con un programa de restauración de casas abandonadas. A partir de esta experiencia, Gaber se adentra en el estudio del abandono arquitectónico como metáfora del cambio, la migración y la transformación identitaria. El fenómeno, también presente en su estado natal, Yucatán, abre interrogantes sobre quiénes fuimos, quiénes somos y quiénes podemos llegar a ser.
Su obra explora la resiliencia, la metamorfosis y la posibilidad del cambio consciente. A veces transformarnos es inevitable —por el paso del tiempo o eventos de vida—, pero otras veces elegimos cambiar: movernos, reinventarnos, “cambiar de piel”. ¿Dónde ocurre esa transformación? ¿Qué espacios —físicos o simbólicos— habitamos al convertirnos en otra versión de nosotros mismos?
La arquitectura, entendida como memoria viva y contenedor emocional, es un elemento clave en esta exposición. A través de esculturas en piedra de recinto, estructuras modulares que evocan celosías o bloques constructivos, y una serie de pinturas realizadas durante la residencia, Gaber construye un lenguaje visual que articula cuerpo, espacio y tiempo como escenarios de cambio.
Eres quien practicas ser. Es una invitación a reflexionar sobre los espacios que dejamos atrás, las formas que adoptamos al movernos y los nuevos contenedores que habitamos para reinventarnos.